El tamizaje neonatal cardiaco por oximetría de pulso se realiza despues de las 24 horas de vida. Este procedimiento es esencial para la detección de las mal formaciones cardíacas en los recién nacidos. Consiste en medir la saturación de oxígeno del bebé mediante un sensor suave colocado en el miembro superior derecho y en cualquier miembro inferior.

Este método no invasivo mide el nivel de oxígeno en la sangre, lo cual es crucial para identificar cardiopatías congénitas que podrían pasar inadvertidas en los primeros días de vida. Detectar estas condiciones de manera temprana permite intervenir oportunamente, disminuyendo la mortalidad infantil y mejorando significativamente el pronóstico y la calidad de vida de los recién nacidos afectados.